A dónde van las ideas que no viven?

No fuimos suficientes para esas grandes ideas que quisieron intentar crecer con nosotros, pero al desestimarlas prefirieron no permanecer inanimadas e irse. Ellas siguieron vivas en otra mente y probablemente ya existen en un plano físico. Si no se mantienen cuidadosamente las ideas que llegan, en algún momento se van, nos dejan para seguir un ciclo de búsqueda por quién sí las avive. Todos tenemos la habilidad intrínseca de tener ideas pequeñas pero no todos les dan la forma adecuada; solo para quién ve su futuro potencial de crecimiento, trabajándolas con un plan objetivo el tiempo preciso. Y es que una idea por sí sola no funciona, pues es una mera representación mental de una intuición intelectual indefinida en el espacio. Incluso el externalizarla y expandirla no asegura que perdure, pero no hay ideas absurdas o determinantes ya que estás van cambiando flexiblemente con el tiempo, todo depende del esfuerzo y dedicación con la que se le trate en el proceso para potenciarlas. Existe una teoría filosófica de las ideas, propuesta por Platón. En esta él formula que las ideas tienen características para atraer un conocimiento de lo inmaterial, absoluto, perfecto, infinito, eterno, inmutable, individual e independiente que se altera hacia una verdad absoluta. Es como si dos mundos contrarios trajeran lo universal y no volviera a su forma original; la nueva idea que desea existir. Veía la idea como un objeto que se integra en la realidad por nuestro pensamiento de una imagen sensorial que crea conscientemente reflejos de materia sensible. La opción a tomar en cuenta entre tantas ideas debe ser la que nos brinde una nueva forma de ver lo que percibimos día a día, nos da claridad de un concepto como si tuviéramos un filtro distinto que cambia el entorno para creer que si es posible lo que antes no lo parecía. Las ideas ya sean innatas, discursivas o directas se vuelven parte de nuestro sistema junto con lo que antes estaba separado y esas piezas comienzan a unirse cual rompecabezas que no son parte del mismo molde pues distanciadas son diferentes pero al juntarse se vuelven una suma activa de sus partes para desencadenar a más ideas singulares, colectivas, universales, particulares, trascendentales, novedosas, históricas, modernas, creativas e imparables, que traspasen los muros más altos. Soltemos capa por capa utilizando las experiencias como trampolín y no como una piedra que no permita construir un plan inicial de logro. Es mirar como las ideas están en mi camino, contemplarlas e ir y hacer con estas una aventura que no incluya al miedo como protagonista. Si no conspiras con tus ideas, el temor lo hará contigo. Las ideas son para usarse pues por eso las pensamos porque llenaron ese hueco aparentemente vacío que comienza a brillar en este nexo neuronal “Si tienes la capacidad de soñarlo, la tienes también para lograrlo” Creerlas en su simpleza y prepararse para concretar lo que está por venir en un circuito interior-exterior-y de vuelta al interior, que sube el nivel estructural, progresivo y tecnológico por una idea abstracta que se convirtió en compleja con esfuerzo aplicado, asociado a tus capacidades de razonamiento. Recibir y mejorarlas nos genera asombro, se le da más atención de la normal y aunque espabila esa empatía por y para los demás tiene que ver primero contigo desde tu historia. Si se puede convertir poéticamente hacia un sentimiento que se va a repetir, se conserva y se une con ideas externas, le denotan una conexión irrompible para acercar razonamientos que llevarán a sitios impensables. La emoción se presenta antes que la razón y es en esta combinación de experiencias propias de ingenio donde nadie más que el dueño comprendería la idea en su totalidad. Esta locura se atreve a soñar e innovar desde una funcionalidad general. Empléala como utensilio de transición de forma fiel y persistente en una búsqueda de tus pasiones que vayan desplegando otras más. Si la primer idea no da marcha, nuevas surgirán por el fertilizante que dejó el pasado intento. Se comienzan a configurar pensamientos organizados, asocian y conectan lo vivido de una idea que se convirtió en palabra pero sobre todo se hizo acción. Por si sola la idea no sirve, o la tomas o la tomará quién sí la accione. Toda acción es un trueno en el relampagueo de una idea completamente formada y entendida que marcó un conducto al aferrarse a ser en este plano trascendental que habitamos.

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