Binoculares serendipia

Dejarse sorprender por los cambios que continuamente parecen un peligro a la estabilidad, se da en las mentes preparadas. Los ojos están activos para observar más que solo ver lo que es, se enciende este sentido al tener la introspectiva de cada perspectiva que satisface en emociones. Cuando el intento de búsqueda por accidente casual resulta distinto a lo que imaginabas podría ser más valioso que por lo que se emprendió esa investigación inicial. El producto descubre lo más importante que no se había considerado por lo cual estos sucesos son inesperados pero muy afortunados ya que transforman completamente el encuentro. {Desarrollo} Estimar ese sentido extra activado, da con instantes imprevisibles, mejoras hacia los planes que se habían proyectado. Las posibilidades son altas cuando se tiene el objeto correcto entre los ojos y el suceso sorpresivo en un impulso creativo que internamente se anhelaba profundamente, no aparecen de la nada así que no son tan inesperados como pareciera. Se dan en las personas correctas preparadas para cualquier resultado que solo ellos podrían reflexionarlo en un tiempo extra, ver y elegir el camino al simplificarlo, quitar ruidos y distracciones que acentúan los momentos fortuitos en la revolución de un proyecto. Fácilmente se va tras de ellos, como si de un radar se tratara para volverlos más notorios para uno que para alguien más, pues la mente fija esa atención hacia lo que se requiere, hacia lo que ya se había pensado pero en su momento no se podía aprovechar como hasta ahora, así que permaneció sereno hasta que conscientemente se percibe mejor que antes. Vienen en epifanías creativas que clarifican la respuesta a la pregunta, abren más el ángulo de visión y reactivan sensores creativos que se habían desconectado. Se une un nivel con otro en un proceso lento que le da reposo a esa curiosidad para hacerla más atenta a cambios de rumbo y descubrimientos plenos de oportunidades mágicas que ahora ya no se marchan. “El azar no favorece más que a los espíritus preparados” enfatizó Pasteur quién muchas veces en esta capacidad de alerta dio con descubrimientos que innovaron en la medicina por estos sucesos no predecibles en sus experimentos y junto con sus conocimientos químicos, matemáticos e implementaciones en el área bacteriológica creó las vacunas. No es simple casualidad, es el resultado de llevar un método centrado en base a lo previo que el inconsciente va utilizando en cada “error” que ya no se ven como tal al dejarse de centrar en el objetivo. Lo que no se había contemplado como opción, ahora ya se ve como una guía de hacia dónde ir. Se convierten en descubrimientos favorecidos por casualidades que la sagacidad del inventor lleva a grandes hallazgos que con una actitud de parsimonia y tranquilidad no le generaron conflictos. Estos hechos impredecibles resultan para muchos como cisnes negros que pueden estorbar en el paisaje pero que al ubicarlos en el ángulo correcto se convierte radicalmente en arte. {Conclusión} No dejemos de apreciar y sacar lo mejor de cada hecho disruptivo para convertirlo en una oportunidad. Ir al fondo del porque sucedió dándole un giro atrayente en lo infiltrado que ya estaba destinado con preparación atenta a lo que suceda en todo momento Sumemos innovaciones creadas hasta ahora en base a estas casualidades. Hechos que cambian lo bueno por lo mejor, que encuentran lo primordial en lo básico, que no se detienen en el cambio de las normas del juego y gestionan las oportunidades como valiosas, en lo complicado que se adapta a nuevas vías de investigación como muchos sucesos ya documentados a lo largo del tiempo. El fuego no siempre es señal de alarma, se requiere la habilidad de encontrar lo productivo en el azar, tarde o temprano a todos se nos presenta alguna pero solo quién tiene los ojos en aumento en esta actitud despierta, descubre lo que no estaba buscando pero en su versión mejorada y más brillante; cambia el camino, lo hace mágico ya que de las grietas se traspasa la luz Observar con lupa lo que nos esta pasando y no solo pasa, se aprovecha al estar atentos, sin preocupación de excesivo estrés, con las alarmas encendidas y las antenas desplegadas ante la llegada de lo espontáneo, en una nueva visión sin requerir de nuevos paisajes. Hacer siempre planes, buscar la protección a lo desconocido, tener certeza y certidumbre de lo que vamos a vivir no siempre es conveniente ni elimina el riesgo, únicamente cerramos la brecha a posibilidades destacadas que a todo momento se presentan aleatoriamente para combinar el destino con la realidad vivida. Estas posibilidades sincronizan un encuentro en el tiempo y espacio para transformarlo desde un bucle que solo está en el hoy y en el ahora. En el asombro que hace descubrir más no en la decepción que frena, en la conexión con lo que hace escucharnos y no silenciarnos, de volver a ser el niño que se maravilla a todo momento. Ahora nos enseña a disfrutar y aprender de esa flexibilidad que la mente y corazón crean con espontaneidad. A ser intuitivos e introspectivos jugando e indagando en lo inesperado.

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Shareni Trejo

8/16/20231 min lire

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