El sueño que no te deja dormir

Dormir es esencial para recargar energía, pero soñar despiertos es indispensable a una óptima existencia. Ese sueño intenso, que se lleva en cada parte del corazón, el que desde hace tiempo grita para ser escuchado, da sentido a cambiar; se vuelve real con acciones diarias, con hachazos constantes. Será veraz en el ímpetu, fuerza, seguridad y valentía que se le dedique recurrentemente, convirtiéndose en un propósito pleno de vida. Al inicio no es tan conciso el cómo, pero al actuar con determinación debe haber claridad hacia qué punto se dirige, no tantos al mismo tiempo, no todos son el prototipo que se precisa. Una lista de sueños minimizada a lo prioritario hará que la concentración al andar esté enfocada 100% a la meta. Este andar puede funcionar o no a la primera, es cuestión de modificar el plan, seguir actuando hacia lo que da resultados para comenzar a trazarle un camino más definido y nítido al sueño. En base a nuestros propios términos, nos hace percibir lo que deseamos ser, hacia dónde queremos ir, sin tomar tanto los consejos ajenos que aunque facilitan los obstáculos, estos son atípicos para cada uno. El principal indicador en ir hacia el camino correcto es sentirnos llenos por impactar a otros como un gran movimiento que hace fluidamente disfrutar del viaje. Es una meta continua que alienta a no renunciar, a más soluciones que excusas y quejas en un compromiso grupal que aprovecha las mariposas amarillas que se cruzan en el camino. No hay fórmula exacta para mantenerse aferrado al sueño mientras va evolucionando, pero de interpelarse consistiría primero en moverse a cada instante aunque se tenga el dedo en la llaga, el punto clave precisa la llegada a estar de pie en montañas afiladas que nunca serán suaves, trabajando más en ti que en cualquier otro trabajo que parezca propio. Que los sueños al estar despiertos superen en acción y efecto los que vengan al dormir, que se hagan realidad con acciones y que cada sueño tras otro sea mejor que el anterior para ir formando nuevos finales cada cierto tiempo. Se pueden cumplir si sabemos no solo soñarlos, pues el mismo sueño te quita el sueño, te da energía y te levanta con un reflejo claro de lo que se es y a lo que se quiere llegar. Es la decisión de haber tomado el transporte ideal hacia la estación correcta pues la estancia para efectuarlos tiene una alarma con un tiempo muy limitado que tarde o temprano sonará Un sueño que vive mucho tiempo se desintegra precipitadamente como los que al despertar tuvimos dormidos, se pierde el gran tesoro que será encontrado por alguien que se esfuerce en materializarlo para vivirlo ya que, lo tomes o no, el tiempo pasará “Más vale 1 gramo de acción que una tonelada de intención” Explica un tenista suizo Roger Federer. Para entender que no basta con solo soñar en volar, es hacer esas alas que liberarán. Al actuar y seguir soñando se equilibra lo que se da y recibe, transformándose en un canto repleto de versos al universo. Se existe por los sueños que se crearon para vivirse y no para desintegrarse por el factor miedo o duda que da poco para hacerte dar nada. Los sueños se atraen con hábitos disciplinados, no se acorralan como la flor que no persigue al colibrí. Al gran sueño no lo tienes, este te tendrá a ti, es un regalo arriesgado de la vida del cual tener el coraje para tomarlo y no dejarlo ir. La vida no vuelve a ser la misma cuando damos todo por cumplirlo, el sueño que despierta lo que se es en silencio, que te descubre, que te hace ver adentro primero en soledad. Soñar por ser lo que no se puede comprar; lo material que no conecta hace dormir por ver lo externo en una dependencia hacia los demás. Se triunfa con felicidad desde el interior para ser por fuera un líder para tener éxito en el exterior, ese centro encontrado arrastra hacia donde se debe ir. Al cumplirlos dan fortaleza, confianza para adoptar muchos otros más sin límites, a nuestro diseño para su obtención, alimentándolos con esmero para verlos florecer. Cumplimos sueños al creer en uno mismo para ser, hacer y tener lo que nunca ha sido, en un merecido cambio de mentalidad. La facultad por tomar un sueño es proporcional a su realización.

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