Ya no busques tu talento
El tiempo pasa por querer encontrarlo y no sucede, no llega, por lo tanto entre tantas habilidades que hay creemos que en algún momento se presentará repentinamente ese talento y gusto que por ahora sentimos, alejado pero emocionalmente muy cerca. Tanto se menciona sobre potenciar nuestro talento que ya solo queda confiar y creer que vendrá pronto a guiarnos hacia las claves que nos hagan triunfar. En cuanto la percibamos aproximarse iniciaremos de inmediato algún proyecto que lo incluya –pensamos. Ese ingenio nunca ha estado fuera de ti, desde que nacemos está presente, no lo tenemos tan claro por que es una capacidad innata que nos parece común, esta tan cerca que no la identificamos como tal y por lo tanto no se considera como una cualidad especial, así que al no reconocerla y creerla normal, se pierde la oportunidad de potenciarla como habilidad. Desde pequeños iniciamos un autodescubrimiento inconsciente que nos hacía ser, por medio de la imitación sin comparación en quienes admiramos. Imitando ciertas características nos sentíamos completos de cualidades que ya tenemos pero no se tomaban en cuenta al hacer escuchar esa voz que podría aportar en un futuro y se escuchan otras más por mera presión social que nos jalan hacia lo que no nos enciende, dejando ese espacio en el que entregábamos nuestro 110% en cuanto a recursos de excelencia, tiempo, actitud, atención, ganas, conocimiento en formas preferidas de aprendizaje (ya sea por imágenes, repetición o explicaciones) la adecuada que sume fortalezas de resistencia y dominio de otras más. La verdadera revolución de conciencia es dar con ese talento e ignorar el mecanismo de defensa que aunque sea sutil no nos deja avanzar en decretos marcados que nos ciega a ver lo que somos No es solo que lo hagas bien porque te lo hacen saber voces de fuera, es adentrar lo que haces con lo que ya tiene tu ánimo que se engrandece con el tiempo, ya que hacerlo no te implica tanto esfuerzo, donde sabes que aprovechas tu energía estás dispuesto a intercambiarla por tiempo en el solo hecho de hacerlas tuyas y hacerlas suceder tan fluidamente; donde el flow no para. Al examinarnos en esta búsqueda e informarnos en lo que hay dentro pero aún no vemos, ampliamos abiertamente deseos conscientes a motivar una visión aumentada que provoque clarificar y creer en ellos para escucharla, reconocemos el gran don que nos hace únicos por completo. Al nutrir esa capacidad; compartirla, amarla y exponerla la transformará de la capacidad innata a la desarrollada. No hay límites, ni categorías impuestas, todo se vale, lo específico encasilla así que pierde su autenticidad especial, esta que todos los talentos, recursos, cualidades o habilidades tienen para dar valor. Podría no saberse en específico que te gusta o te hace sentir pleno, si vamos hacia lo contrario, las pistas aumentan en esta imitación de talentos a la que le damos nuestro toque, nos hace saber estratégicamente lo que sí es para nosotros, es cuestión de hacerse las preguntas correctas, en saber debatir con nosotros mismos en paradas frenéticas donde reconocemos lo que ya no queremos y nos conocemos más, poco a poco a mi ritmo sin importarme correr porque después podré volar, ahí se unen los datos como tanto pregonaba Steve Jobs “No puedes conectar los puntos mirando hacia delante, solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Tienes que confiar para materializar; los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro”. Esta expresión del gran magnate informático nos hace confiar en que es justo donde estamos parados, no necesitamos ir más adelante pues aquí es donde podemos desenterrar nuestro señalamiento de ruta que tanto se buscaba, y así se acorta con eficacia el camino hacia donde vamos anheladamente pero no a ciegas. Las aptitudes que están al servicio popular se aprovechan hacia un mismo bienestar social, desde lo que te interesa y motiva en un cambio que parte desde el propio y se cruza con los demás para al final trazar con autenticidad una parte de este gran espacio en el que todos contribuimos a mejorar. Buscar el interés constante en una vida bella reinventada, potencializa como especie y nos florece en una máxima expresión, no solo es sobrevivir, es supervivir en un interés natural por la vida en todo aspecto. Donde te sientas cómodo oblígate a experimentar más y averiguar por cada rincón del proceso de autodescubrimiento que ya no estamos postergando más. Cada quién tiene su momento de descubrimiento, no cambias solo vuelves a ser tú, con el tiempo cada uno se conoce como es por medio de su talento y esos caminos van cambiando para cada uno a tiempos desiguales. Que la digitalización no nos haga reemplazables por lo rápido que impone soluciones que debemos rebasar con una inteligencia que brinde flujos constantes y sólidos de ingreso hacia una libertad financiera. El talento solo apresura y aligera la carga que la habilidad haría, no se inculca, solo se descubre y desprende al mundo porque el talento es natural y la habilidad es procesada y aprendida de forma distinta para cada uno, es variable cada talento potencial. Un talento no utilizado tarde o temprano te pasa la cuenta con todo y factura, por que será un camino que no tomaste o tomaste mal y llegaste apresuradamente a nada. Lo que no se comparte no mejora, lo que sí se sabe comunicar mueve y transforma. Se puede vivir del talento, si lo tomas en cuenta con la entrega conveniente y te adaptas a sus cambios constantes en el tiempo que se convierten en desmesuradas pasiones, sobre todo para alguien multipotencial que puede adaptarlo sin seguir las creencias de fuera, sin subestimarlas, sin obsecarse de expectativas, solo dejarse llevar por ella y unificar las ideas para hacerlo simple y avanzar. Ama y acompáñate de tu talento en este camino temporal.
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